Me inquieta el pensar que alguna mañana ya no podré escribir, ya sea por impedimento físico o motivos ajenos a mi voluntad. No sabría que hacer con esta legión de palabras, de ideas revoloteando en mi techo hasta entrada la madrugada, ni a donde dirigir mi ejercito. No quiero que llegue ese día, porque estoy segura que no recordaré que hacía antes de escribir... Musa Peregrina.