SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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martes, 3 de mayo de 2016

TOTTI DRACO BENIGNI "PALABRAS AL VIENTO"

Estás siempre, aunque no lo entiendas. Para mi no eres una persona ya, trasciendes lo físico, trasciendes la carne…eres trascendental en todo tu divino ser. 
Veo mis pies, y no hay nada debajo, pero no caigo, ya que tú me has enseñado a transitar en estas y otras alturas. Me colocaste unas alas que seguro eran tuyas, no serán último modelo, pero sus plumas hechas de palabras, bien sirven para mis vuelos. 
Mi primer tarea es agradecerte, la segunda, también y por eso eres mi fuente de inspiración, por eso eres mi indeleble pensamiento, por eso eres mi tatuaje invisible y siempre el flujo de mis palabras llevan tu nombre. 
De tu boca, jamás salió un nombre para explicar la mítica magia que hoy en día nos abraza en sus telas de seda color marfil. 
Al principio, quise tenerte en mi mazmorra, confortable y entretenida, ser tu payaso, tu mago y tu trapecista en todo momento, pero aprendí que con el tiempo, el maquillaje se corre, a los magos le develan los trucos y la soga se destensa. Justo en ese momento que conociste mi rostro de bestia, te di la espalda y me cubrí. No quería que así me vieras, pero con tu mano en mi hombro, me nombraste caballero y hoy en día soy devoto a ti, mi reina etérea.
Hoy en día las tierras de Alberto Cortez, son tu reinado y yo un morador, cazador de oficio, por eso mis largas ausencias y con ellas, he aprendido a acortar distancias mirando el mismo cielo a la misma hora. 
Aún retumban en mi ozono las palabras de “No te vayas nunca de mí, no quiero que me prometas nada, solo obsequia tus latidos rotos, tu diafragma intacto, tu lealtad y el sello dorado que el sol tatuó en tu espalda… no te pido más” y es que hasta ahí puedo leerte, ya que la ciencia no me permite más. 

Sólo me resta decirte que debes alejar esos fantasmas zancudos, de la misma manera que mueves el humo o corres un velo. Esos fantasmas, no existen. Sólo la realidad que está en esos cofres de piratas, junto al tesoro que juntos descubrimos y se lo devolvimos al mar, que sabe bien donde guardar nuestras cosas.
Totti Draco Benigni