UNA PROSA MUERTA

Hace muchos días que no escribo, que guardo sentimientos en el baúl de mi alma porque sé que finalmente te has ido. El espacio de la hoja blanca de mi vida, grita con dolor infinito, por una prosa que yace en mi corazón marchito. Palabras que devoran mi mente y por tristeza escribo para no sufrirlas, porque cada metáfora me recuerda tu sonrisa de niño.

Escucho canciones, que arrastran melodías en mi ser que creí olvidadas, pensé que ya jamás las sentiría, el sonido tiene rostro de un oscuro abismo. Quisiera que mis letras parieran un mundo lleno de esperanza y que quién las lea imagine que soy una mujer feliz, así como se observa en la sonrisa de mi fotografía.

En ella no le temo a la soledad, ni al paso del tiempo en mi cuerpo, que se enferma de melancolía, que extraña tus caricias, mi amor hoy sé que contigo se marcharon mis mejores días. Cuando me vaya te dejaré una prosa magistral y en ella sentirás esos besos que hoy envío a tu alma, un arco iris de luna para que sueñes conmigo, una cabaña llena de recuerdos para que entres solo algunas veces, duermas y no sientas frío.

Quiero que bailes conmigo lento, amándote con toda mi fe pero sin mandamientos, vagar juntos en la tierra y seguir besándote, hasta llegar a la orilla del cielo. Eso será solo cuando ya me haya ido, porque hoy ya tu amor no es mío. En cada historia que escribo, me doy cuenta que te amo con la fuerza de las alas del viento. En cada estrella que vive en mi teclado, acabo diciendo todo lo que te he querido.

Esta noche mi cama solitaria, pareciera ese sendero que de niña recorría hacía el colegio, llorando siempre porque ya mi madre muerta jamás caminaría conmigo. En tu ausencia pinto acuarelas de recuerdos en las paredes, en el aire, en mi almohada que sabe de mis secretos escondidos. Cultivé un jardín de amor a la vida y nunca imaginé que hoy escribiría, buscando respuestas a este miedo que en mi piel ha nacido.

Sé que ya la muerte está sentada y me observa, ella sabe que la esperaba, nunca creí que fuese tan puntual. Hoy es mi invitada, me sonríe y entre lágrimas veo romperse el firmamento, me estoy muriendo por dentro cariño mío. La dama de negro platicó conmigo hace poco, y me dijo suavemente que no me intente ocultar, que cuando me tenga en sus brazos jamás nos separaremos, que ella de mi salud se planeaba enamorar…

Hace muchos días que no escribo, porque mi mente se extravió, ha perdido la brújula de la poesía, no encuentra el silencio en estos pensamientos que me aterrorizan, que desangran mi corazón, que me hacen el alma trizas. Siguen anclados, mientras el tiempo navega lentamente en un mar de temores, búscame entre la corriente y me encontrarás casi muerta, ya que por primera vez he soltado el timón.

Te dejo esta noche mis letras que nacieron murmurando tal vez una quimera, mientras te dibujaré una ventana, para que cuando despiertes te asomes y sepas que esta imperfecta mujer, se le va la vida y aun te espera, siendo un montón de polvo en el camino,un alma triste a punto de cruzar la frontera …

Musa Peregrina.
Desde la perla del pacífico Acapulco,México.