Esparcidos en la tierra quedaran fragmentos de ternura,trozos gigantes de mi corazón clamando piedad segundos antes de morir de ausencia,asfixiado por locura y tempestad. Mis mares azotaran sobre riscos majestuosos cada línea, que profundizó el dolor de saber que, para nadie en el mundo existo.
Sumergidos en el ayer,vacilantes,insatisfechos y cocidos a la piel de una estrella yacen mis besos... petrificados,convertidos en gusanos y paralelas dunas. Los espejos estallaran de gozo, sabiendo que finalmente su reflejo hoy es la mueca perfecta que atesora mis despojos.
Fui tejedora de instantes y malabarista invicta, que el destino despidió por rebelde,jamás por cobarde ni falsa amiga. Cada encuentro magnificó la lluvia, que limpiaba los cristales con nostalgia florecida. Hoy la traición no me tambalea,solo logra despertar mi sexto sentido, para encerrar bajo cuatro llaves sensaciones y amores mendigos.
Huele a verde,se que los días que vendrán serán maravilloso Edén, que sumerge al escritor en ancestrales leyendas. Cerraré la puerta quedito,no quiero que despierten mis demonios, haré todo lo posible para que esta vez, no triunfen organizando éxodos y revueltas...
Musa Peregrina.
