El silencio nutre
hambrientas soledades,
mi nostalgia es acantilado altivo
que observa un cuerpo de arena,
mar adentro la vida delinea paraísos,
un cardumen de pensamientos
emergen voraces del ayer.
El invierno arrastra secretos y
los conduce a la guarida del tiempo,
amansa los vientos, domestica el frío,
construye un adiós,dibuja pretéritos.
Como ave sin alas
emigro al cielo de los recuerdos,
como hiedra que trepa
en el muro de tu olvido,
reto a los años y dejo
morir aquel viejo sueño.
Me he convertido en la sombra
que amenaza con cortar la flor
al caer la tarde
marchitando su belleza,
secuestrando la primavera
al compás de mi corazón suicida.
Musa Peregrina