SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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sábado, 21 de marzo de 2015

PANAL SIN MIEL

PANAL SIN MIEL
Espero que esta vez ese enjambre de emociones absurdas que te ataca no redima por mucho tiempo el silencio de tu alma. Hoy la tarde de este lado del mar ha sido muy larga, porque me hiciste falta tú…
Sé que caminaste frente al viejo caserón de fantasmales palomas que resguarda gritos de dolor y odios añejos, reflejados en nostálgicos vitrales, empañados por burdeles con mesas de raídos manteles, con trozos de carne cruda servida en el plato de los años y un trago de tinto para degustar en copa rota… y por eso estás así.

En la ciudad la fiesta no para, es un carnaval de etiquetas en los corazones que eterniza las risas retumbando por los callejones, dando paso a una danza obligada. Miles de ojos guiñan esperanzas que se cuelgan de un cometa teñido de colores opacos, sostenido por un hilo solitario proveniente de la madeja del vivir.
Tal vez por eso es que buscas huir de allí y recluirte voluntariamente en la Isla del silencio, roto únicamente por la voz de una camarera. A lo lejos una fila enorme de árboles de sapiencia te llama a petrificar en la tierra húmeda tus pisadas, a contrapelo de una muerte anunciada desde tu infancia, es que viajas con un móvil sin cargador, mostrando el menor interés por reclamar a la vendedora lo que piensas fue su error, aunque hayas tirado la caja.
A estás altura de la partida aun eres perseguido por hambres perennes; por sueños renovados que resucitan en tiempos donde se acuerdan promesas de amor indómito. Pido al cielo o al mismo infierno que mañana continúes engrosando tus arterias de narrativas épicas, acompañadas de botellas de alcohol que se beben los huesos para el olvido, mientras la soledad maliciosa pide el próximo trago doble. Una ambigüedad harta del maldito insomnio, arremete con furia ese ápice de romanticismo que nos brinda la web, finalmente reclama tus restos y te arranca de mi lado.
Cada noche a distancia me embeleso recordando tu mirada y es que echo mano de mi pobre poesía, para hacer malabares con versos suaves que corten
con afiladas rimas, ese dolor que se descuelga del ayer y me roba tu sonrisa.
Tuve que derrumbar monigotes de arena para llegar a ti, cruzar pantanos mentales donde me sentía una princesa atesorando la única neurona, que me llevara a encontrar al gato con botas que me indicara el camino a seguir.
Ya no observo olas tardías desde mi puerto, ya aprendí a ahuyentar marineros ebrios, soy hoy en día creadora de cábalas que crecen a velocidad de la luz en aquellos mares de crisálidas y caracolas psicotrópicas. Si despiertas feliz quiero que mires tus manos y observes que entre tus dedos aun hay mariposas latiendo, nubes cuadriculadas, cadáveres exquisitos donde yacen sentimientos agonizantes, gemidos insatisfechos y al final del túnel te espero yo… dispuesta a raptarte y comerte a besos.
Musa Peregrina
Desde la perla del pacífico
Acapulco, México.