Félix Pacheco es un poeta mexicano autor de los libros “PreTextos Poéticos”, del Poesiario “Caligrámas en Obra Negra”, “Poesidiarios” Uno en más de cien partes, “Poe (Ar) Mario” Poequeños al natural, y de “Pergaminos” Poequeños, tercetos e intrusos, siendo el padre literario de éstos. Participó en “Cuentos Húmedos” y “Otras Historias”, Narrativa en Miscelánea y algunos más publicados por la UNAM.
Además de participar en diversas antologías, revistas culturales, es miembro de la Revista Club “La Pluma del Ganzo”, también ha difundido su obra en encuentros nacionales e internacionales de poesía y cuento corto.
Especialista en exponer la médula ósea del poema, el tuétano pues, lo sabroso del verso, el cual bautizó como “Poequeños”, Félix Pacheco escribe sin rodeos, sin preámbulos innecesarios, proyecta sencillez, simpleza palabra a palabra y no por ello se aleja del inefable poético que caracteriza al poema tradicional, pero él ofrece un plus, lo adereza con ingenio.
Sì, lo hace desde un lirismo cotidiano, rasgando más allá de la piel de la palabra escrita, con el objetivo de mencionar la vida en pequeñas líneas para ser leídas como agua entre los dedos.
Félix Pacheco expresa el grito de la naturaleza, el quejido de la tierra, el sonrojo de las frutas, el sofoco de los años, el distanciamiento y acercamiento de la pandemia y hasta el llanto de la lluvia en una lágrima callada que se aleja como oveja del rebaño, al caer el rojo de la tarde porque el camino aún es largo a casa.
Poeta que observa con detenimiento el trayecto de las palabras y la mesura del tiempo, musitando a plenitud el soleado de la niñez jamás perdida, la experiencia acumulada por los años inolvidables manifestada en sus “Poequeños” con humor, con risas, homenajeando la vida y los sentires que le atañen, regodeándose en la hoja en blanco, volando lejos, sus pensamientos suelen dar un giro de 180 grados al sur y al mismo tiempo al norte, saludando al mundo con un final inesperado.
Sus letras se visten de humildad, coquetería, filosofía y libertad, expresa de una forma muy suya la manera maravillosa de ver la vida a través del juego de las palabras, la combinación entre reflexión y picardía, un reto muy original de escribir para vivir, de hacerle al muy vivo y de aguantar vara para estar vivo sin sentir.
Musa Peregrina
Oralia Lombera Reyes
Escritora guerrerense.
