ALQUIMIA ROTA

ALQUIMIA ROTA

(Dueto Totti Draco Benigni y Musa Peregrina)

Ahora, que así lo quisiste, y con tus actos me lo has hecho comprender. ¡Ya no regreses a buscarme por instantes de felicidad,que los he sepultado para que nunca más me dañen! No la encontrarás jamás. La enterré en la más lúgubre de las necrópolis y me tragué el mapa,así jamás darás con ella.

Tú eras la que inundabas de luz mi vida en cada mañana, encauzabas mis ríos a través de los montes de tu belleza impúdica. Esas tardes de desnudez cómplice eran una suerte de la hora del té inglés. En la cual nos saboreábamos con sumo deleite. Por las noches me estrechabas siempre con tu fuego divino, ese, el de tu cintura para abajo y me paseabas por el desfiladero de tus instintos sin medir riesgos.

Me trataste peor que a un perro, me atabas, me golpeabas y me dabas de comer las sobras de tu plato de sentimientos.
Cada vez que encontraba alguien que me hacía de asidero para volver a ponerme de pie, venías tú y metías la cola, para derrumbarme cual edificio viejo. Yo tenía bonitos pensamientos, no sé si era del todo feliz, pero tenía una oportunidad, una chance y como las olas, siempre venías y arrasabas mis castillos de arena. Nunca me escuchaste.

Sólo se trataba de ti, siempre. No puedo volver el tiempo atrás y pasar de ti, pero maldigo la hora en que no leí los carteles que me advertían,que contigo, lo imposible es un hecho. Defraudar es tu vicio, enamorar tu virtud, enloquecerme tu sentimiento, acongojarme tu felicidad, lastimarme tu más profundo placer.

Haber sido la guardiana de mis sentimientos fue tu fuerza. Ahora,con una sagacidad algo torpe, sollozo cansado por el valor de las palabras nunca dichas acumuladas en el reloj, golpeando puertas en cada verso. Soy sólo una sombra, un rastro de fantasma de lo que alguna vez he sido, pero sé que puedo ser mucho más de de lo que soy, puedo reparar de a poco mis alas e intentar tomar un nuevo vuelo y con la precisión de un relojero, poner a punto a mi maltrecho corazón,…Pero, ¿para qué de todo esto si tú ya no estás aquí dentro?

Totti Draco Benigni.
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Me bebí sedienta tu misiva y mis lágrimas tardías,empine de golpe la botella sin pensarlo doble como el tequila y aun así siento dolor. Se que tus frases son como artillería de un ejercito de emociones derrotadas,emergen del silencio de tus manos y para serte sincera aun no encuentro las palabras exactas para responderte. Son en vano mis esfuerzos,se que nunca golpearé a quién aun amo. Y no imagines que poseo la utopía innominada que me lleve de la mano a regodearme de tantas heridas que en el corazón te incrusté.

No soy la bruja del cuento aunque lo parezca,ni mi monte de venus te reta ni se expone a que lo rechaces con tu indiferencia,mucho menos mi alma llora a los pies del árbol triste de tu poca fe, para causar un ápice de lastima...
Es inevitable recordar esos perros callejeros,apaleados por el mundo que solo se rascan ya en un acto reflejo. Pienso en ellos porque siempre tienen hambre,la llevan como costras en sus lomos,así eres tú con hambre feroz de aventuras y eyaculaciones compulsivas a falta de putas tiradas al aire.

Te pido perdón, reconozco que fallé muchas veces al descontrolarte por mi poca voluntad de alejarme. Tal vez fueron más de las permitidas por un corazón sano y enamorado a ratos... el tuyo. Solo te recuerdo que estamos hechos de barro,que amar con el alma,con los dientes y garras siempre será una locura. La más atrevida que logra infinitamente hacer vibrar nuestras almas. ¿Has pensado amor lo que yo sentía al suplicarte de inicio que no te alejarás?

Cuando descubría entre tus ropas marcas de lobas en celo,huellas de las mil y unas noches. En el fondo de mi corazón sabía que por rabia buscabas quien lamiera las grietas que nuestra unión causó a tu espíritu lascivo. Buscabas olvidar por un instante que amarnos ha sido nuestro error mayor. Yo comprendo que no fui lo que imaginaste,pero tú tampoco eras jinete para esta hembra ávida de libertad,como aquellos caballos hermosos que disfrutan el campo sin el estorbo de la silla de montar. Se te olvidó que me conociste amistosa,alegre,libre,con mis alas de mariposa relucientes en la primavera de mi existencia.

Se te olvidó que mi vida es mía y de nadie más,que no por ser tu mujer estaba obligada a respirar a través de tus poros,a ser invitada en tu mundo caótico y hostil,acechado por esqueletos del ayer y que tú por cobarde les permitías ocupar un espacio considerable en tu mente. No tengo la culpa de que tu infancia haya sido atroz y solitaria,tampoco soy el verdugo que amenazaba con cortar tu cabeza si no dabas tu brazo a torcer. Siempre fui una imperfecta mujer,aprendiendo como tú en el planeta de los simios a hilar una palabra coherente y sabia,un abrazo sentido,una libido dispuesta a atacar siempre que el enemigo fuese letal,amoroso y tierno...

Roberto,se nos olvidó que cuando nos conocimos hicimos un pacto con el néctar de nuestras almas en flor. Se nos olvido que uno al otro prestaría su ala
para volar de corazón a corazón...
Quizá nunca fue nuestra intención ser felices y el paso en falso dado por ambos en el precipicio profundo que resulta ser "el amor", nos hizo seres desdichados,
amantes congelados con las arterias saturadas de resentimientos e ironía esquiva y recelosa.

Tienes razón en lo de intentar tomar otro vuelo,espero que te resulte sereno,apacible,perfecto. Yo sin embargo ya tengo uno y es con quien disfruto el cielo desde hace ya algún tiempo. Por cierto la última vez que te vi caías sin paracaídas de mi avión por embustero. Solo te haré el favor de recordarte en lo que era nuestro aniversario,así,destrozado,con tu alma vuelta añicos por la soledad que hoy es la dueña de tus besos,cantando en un bar de mala muerte, envuelto entre las sabanas de un motel barato, montado en la vida loca,sorbiendo orgasmos paganos...

Musa Peregrina.