SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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jueves, 26 de marzo de 2015

PLACENTERA ADICCIÓN





Una tarde de principios de año fue que me percaté,que en la tierra donde crecen mis sentimientos más arraigados,una planta extraña trepaba silenciosa y cubría grandes extensiones de mi alma. Era la adormidera, que contiene la droga narcótica y analgésica llamada morfina y alcaloides. Solo que sus flores blancas, violetas o fucsias lograron confundirme, ya que son muy parecidas a una amapola común y pensé que la primavera había llegado antes de tiempo, para ofrecer bellas flores a mi paso... porque había brotado el amor.Esta noche que ya duermes allá del otro lado del mar,pienso en esta emoción que no se le ve final, ya que te has convertido en deliciosa adicción, en depresor de mi sistema nervioso central. La necesidad de ti me lleva a no querer más que inhalar tu presencia y esta vez no eres algún paliativo que justifique mi soledad.
Recuerdo aquellas narrativas tristes como una oración,guerreras letras las tuyas que viajan sobre olas risadas de sueños y descansan en la playa de tus mejores días. Tú, cual pirata errante una tarde escuchaste mi canto, proveniente de los acantilados del tiempo. En el cielo una parvada de gaviotas volaban en círculos y en ese instante mis ojos pardos te hechizaron. Conquistador que enarboló la bandera del amor en mi corazón,convidando generoso a beber del riachuelo que corre en las profundidades de tu alma Ibérica. Sigilosa es que me acerqué,sumergiéndome en el manantial de tu ser. Noches de desvelo,días contemplando ese castillo épico con muros de distancias abismales entre el cuerpo y un deseo.
Finalmente has llegado hasta mi lecho adueñándote con valentía de mi cuerpo, cual adicto que disfruta el humo opioide emanando de una sexualidad desenfrenada,dispuesta a depender de mis caricias analgésicas e inflamatorias viajando por todo tu torrente sanguíneo. El efecto que logras en mis pezones es más pronunciado que el de otros estupefacientes,esto se debe al impacto de tus manos expertas que producen en lo alto de mi monte una sensación de euforia,con supresión a cuenta gotas de la ansiedad orgásmica. Mientras yo lamo ávida tu cuello que se convulsiona en espasmos majestuosos y relajantes.
Nuestro cerebro se desconecta del tiempo y nos permitimos cabalgar en una nube de placer,sin inhibiciones accidentadas en la vía rápida que tu espada decide, para mis gemidos agónicos de una erección ancestral. El sexo es igual a esa apasionada necesidad hacia una sustancia, actividad o relación que causa trastornos en los circuitos de recompensa que la piel de dos seres en desesperación claman. En su sentido etimológico, «adicto» proviene del latín, que denotaba al deudor que, por falta de pago, era entregado como esclavo a su acreedor. Eso soy yo mi amor,una esclava siempre dispuesta a inhalar sin control, este amor adictivo que nos llevará a la muerte un día de estos.
A lo lejos se escucha una melodía y es como el viento cuando baila con las hojas en otoño arrastrando el ocre, cual caballero que seduce las copas de los árboles, porque ha llegado la estación de la nostalgia y los recuerdos que antes de ti y de mi poseían nuestros cuerpos. Somos adictos que limitan su capacidad de manera dependiente y no pueden vivir sin el objeto de su adicción, por lo cual lo buscamos de forma permanente y compulsiva. Así te busco yo cariño,eres mi droga más efectiva...el impulso irreprimible por el que mi ser respira. Hoy como todos los días tus besos mañaneros me conducen a un estado psicofisiológico, caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso desencadenado por consumir esa droga o sustancia que aprisiona los latidos de mi enamorado corazón... tú.
Musa Peregrina
Desde la perla del pacífico
Acapulco Guerrero,México