Un descarnado recuerdo se adueña de tus letras
y no las suelta hasta beberse la médula de tu alma.
El rugido del amor reina con poderío en cada frase
y escarba en la tierra de en medio,
para rescatar la raíz de un sentimiento
que otorga el respiro de tu existencia.
Has desmembrado parte por parte,
intentas resucitar el ayer
con la esperanza de que el silencio al fin hable...
Musa Peregrina.