UN SUEÑO HOMÉRICO
Javier despertó de golpe una madrugada y escuchó voces en la habitación
cercana. Caminó sigilosamente y a su paso una especie de neblina lo rodeaba,con un poco de temor se dispuso a abrir la puerta. A sabiendas de que era una habitación vacía por años en la cual solo existía un viejo librero,juguetes en cajas de madera y un cuadro antiguo con la imagen de un busto de Homero,el autor de las principales poesías épicas griegas.
cercana. Caminó sigilosamente y a su paso una especie de neblina lo rodeaba,con un poco de temor se dispuso a abrir la puerta. A sabiendas de que era una habitación vacía por años en la cual solo existía un viejo librero,juguetes en cajas de madera y un cuadro antiguo con la imagen de un busto de Homero,el autor de las principales poesías épicas griegas.
Más de pronto su mirada se tornó inconmensurable,con un brillo extraño al ver danzar ante él en circulo musas inmortales y en el centro de la habitación sentado observando se encontraba Zeus el dios máximo del Olimpo.
Javier maravillado se deleitaba con la imagen de esos seres mitológicos que desde su niñez le habían acompañado,alejándolo de viejos temores en noches que presagiaban la tristeza que por años respiraría cerca suyo. Sabía que los libros le harían inmortal y no conocería la vejez,su alma se reconocía entre la de otros poetas llamados los Homēridai y sonreía al doblar cada página,aun siendo su mundo al revés.
Javier maravillado se deleitaba con la imagen de esos seres mitológicos que desde su niñez le habían acompañado,alejándolo de viejos temores en noches que presagiaban la tristeza que por años respiraría cerca suyo. Sabía que los libros le harían inmortal y no conocería la vejez,su alma se reconocía entre la de otros poetas llamados los Homēridai y sonreía al doblar cada página,aun siendo su mundo al revés.
Refugiado en el rincón favorito que resulta ser un libro para un niño, Javier se arropaba de historia y mitología griega,conocimiento que solo aquellos filólogos nativos poseen como un tesoro a pesar de ser unos críos.
En cada lectura arrojaba a los abismos del Tártaro la soledad inmensa que le aterraba. Esa noche ante tan mítico espectáculo su corazón latía con fuerza inusitada y al mismo tiempo ahogaba un grito, como aquella vez en que Zeus siendo criatura divina no delatase con llanto su existencia ante su padre Cronos, que estaba deseoso de devorarlo,como había hecho con sus hermanos.
En cada lectura arrojaba a los abismos del Tártaro la soledad inmensa que le aterraba. Esa noche ante tan mítico espectáculo su corazón latía con fuerza inusitada y al mismo tiempo ahogaba un grito, como aquella vez en que Zeus siendo criatura divina no delatase con llanto su existencia ante su padre Cronos, que estaba deseoso de devorarlo,como había hecho con sus hermanos.
Ante él estaba la bella Hera hermana y mujer de Zeus,Javier buscó con ahínco por un instante en su pensamiento palabras poéticas para rendir tributo a la admiración que por ella sentía,más de pronto camuflado aquel sueño ancestral de llegar al corazón de una chica se convirtió en pájaro desvalido y se alejó por una ventana que daba al jardín de su vida, definida en su narrativa por el mismo como absurda,en donde crecían de forma silvestre amores platónicos,pasiones fugitivas,quimeras y fantasías. El destino se empeñaba en suspenderlo entre el cielo y la tierra,en amarrarle el corazón atando sus huellas a un futuro incierto.
El sonido de una flauta lo hizo volver la mirada,descubriendo la figura de Atenea quién sonreía misteriosamente....
continuará....