AMOR,AMOR, CUANTO TE AMO ...

Recostada en la arena del tiempo te conocí una tarde de verano, tú echaste una mirada a la playa y detuviste el vuelo. El mar embravecido de tu corazón invitaba a disfrutar un momento. Sin pensar en el otoño que pronto nacería, mi piel permitió que entre olas y recuerdos, pasearas por mi cuerpo. Tú me hablaste de “ella”, yo te hable de “él” con inmensa sed de amar iniciamos el ritual, entre desiertos de sentimientos marchitos. Sobreviviendo con gotas de rutina, poco a poco ambos íbamos muriendo en vida. Pudimos alejarnos y seguir nuestro camino, pero algo me detuvo, tal vez fueron tus ojos de niño, la lucha absurda en contra del destino, tus alas fuertes enfrentando cielos negros. No sé que fue, creo que ya estaba escrito, pero un día simplemente decidí terminar con el frío que muchos inviernos de mi pasión se  adueño. Tus manos le devolvieron todo el esplendor a mi cuerpo. Esa mirada profunda llenó de arcoíris mis ojos que antes matizaban nostalgia, lluviosos por la pena de llorar. Porque un día secuestraron mi  sonreír y todo estuvo mal. Nada me faltó desde entonces, desde hoy que estás. Llenas cada parte de mi ser que vacio se perdía en el ayer. Así como el mar cubre de caracolas y sal las rocas que duermen en el tiempo, y la primavera florece el jardín del amor, así tu aroma se metió en mi corazón. No importaron los blindajes, las puertas cerradas herméticamente, los candados cayeron y con ellos una lluvía de señales danzaron en mi mente.Entraste de golpe y tomaste lo que te pertenecía desde muchos soles atrás. Brisas suaves que se convirtieron en huracanes y mil deseos, sueños que creímos prohibidos por temores absurdos, plagados de  lágrimas dulces, las que ruedan por las mejillas de los enamorados. La soledad se ha marchado, estamos frente a frente, somos dos guerreros felices, dispuestos a amarnos…Musa peregrina.