Abuelito
no te duermas hoy me quedaré contigo, te veo tan chiquito en la cama como
un niñito, que tengo miedo si cierras los ojos, y ya no charlamos de la vida y
sus misterios . ¡ Abuelito te estoy hablando, hazme caso... ! Anda
cuéntame esas historias de tantos días en que veías el Sol nacer desde tu
ventana, y corrías en el pasto cortando flores, te convertías en ruiseñor
y con tu risa sembrabas amor en los corazones. Las estrellas son
hermosas, pero están muy altas y en las noches aun viéndote sonreírme
desde el cielo me sentiré muy solo. Si un día te conviertes en ángel quiero que
recuerdes, que estoy aquí en nuestra casa y no me iré a ninguna parte.
Que me visites y juegues conmigo aunque de este mundo ya no sientas el aire, y
la muerte me robe tus suspiros... Sé que pronto serás un lucero para alumbrar
mi soledad y quitarme los miedos, abuelito nunca te he dicho todo lo que te
quiero… Se que te duele tanto el cuerpo, que te hará bien descansar, abue
se percibe un extraño silencio en el huerto familiar, y al final un eco
solitario porque se apaga tu respirar. Ya no sembraras primaveras
mientras yo cultivo versos, el jazminero de mi jardín nuevamente se quedará
seco. Quiero pedirte que me perdones, no he sido el mejor de tus nietos...
Otras veces mis padres han sido contigo muy groseros, y tú con tu mirada
llorosa buscabas mis ojos en silencio. Esta noche que
pasaremos juntos en esta extraña habitación azul, acariciaré tu pelo. Que
como palomas al viento se anidan en el los años, que son las canas de tu
cuerpo. Síentate en el sillón del tiempo y recuérdame por favor, en que momento
tu alma y la mía es que se conocieron, dame de esos dulces de sabiduría que me
convidaste cuando a mis padres les causé tantos desvelos. Tus nietos
dibujaremos un cielo de recuerdos en cada te quiero, y tú a distancia limpiaras
nuestras lágrimas con un beso de luz, y destellos de universo…
Pinta estrellas de colores, escrito en mi alma queda el mejor de los cuentos
que me leías, cuando yo no sabía aun esto que por tí siento. Hazme soñar que
nunca nos separaremos, mañana estarás distante, mañana se rompe un sueño...
Hoy tu piel ya huele a ángel, y te irás, abuelito te quiero … ¡Pero
antes vamos a jugar! Préstame tus alas nuevas para tocar las nubes,
esas alas que ya nacen de tu cuerpo enfermo, que pide descanso eterno. Abuelito
abrázame fuerte, papá viene y tu amor es el refugio en mi infancia, es el más
bello de mis recuerdos, mi barquito de papel en la mar ... Musa peregrina.