Como
me pides cariño que deje de pensar en ti, sería como pedirle a una flor que se
niegue una primavera a vivir. Como pedirle a una estrella que deje de brillar y
muera su luz sin besar desde el cielo al Mar. Como esconder una montaña bajo un
río caudaloso esperando cien años la desembocadura de tu cuerpo en mí, te
necesito como el campo a la lluvía para vivir... Así mi amor, así se acaba mi
vida sin ti. Hoy he abierto mi corazón para decirte que este amor inmenso que
siento nunca antes nadie me lo hizo sentir. Quiero que seas muy feliz, aunque
juntos no podamos estar, la oscuridad que cubrió nuestros días felices, es una
noche larga que nunca terminará por una realidad familiar. Te llevaste mi
corazón, mi esperanza mi ilusión de vivir. El amor no es una función de teatro
donde se tenga que fingir, y eso no lo podré hacer nunca, eso no es existir.
Eres lo más hermoso que permanece en mi interior, porque tu presencia llena de
luz la ventana de mi alma. Quiero que tus alas disfruten el vuelo del destino,
donde en cada encuentro tal vez no estarás conmigo, pero si tú
me aceptas yo seré la risa que alivie tus penas, ya no habrá tristeza, ya no
habrá quimeras. Hoy estoy aquí por ti, por este sentimiento sin fin, para tener
la oportunidad que un día no tuvimos, cuando Dios hizo nuestras almas, y cada
una viajó con misión distinta, pero guardando siempre en la memoria que somos
uno solo, que tu eres para mí, y yo para ti. Te quiero amor, te quiero, nunca
te alejes de mí ... Musa peregrina.