SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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jueves, 14 de junio de 2012

NO QUIERO JUGAR

Sudado y con el brillo opaco que un cobarde refleja en su mirada después del acto, se dirigió rumbo a su convertible. Siempre creyó que todo podría comprarlo con  dinero hasta el amor. Como tantas veces había hecho de niño imitando a su papá, había logrado esta vez llegar más lejos aun sin proponerselo. Recordó como es que ella se había resistido a las sucias caricias y le llamó asqueroso,cuando el intentaba sólo confirmar que el que paga manda. Los gritos de impotencia de la mujer fueron ahogados con un golpe seco,puños que imponen la fuerza con el sexo debil,  "El sexo desechable" como solía decirlo. La volvió a golpear haciendo que se desplomara y su cabeza pegó con el filo del escritorio. Callando para siempre esas infames palabras que patearon su orgullo. Siendo el dueño que le daba de comer generosamente con en realidad un sueldo irrisorio. Pensó que al fin era sólo una empleada y estaba rota como esas muñecas que sus hermanas jugaban por un rato y tiraban por la ventana,para que  finalmente les compraran la que estaba de moda...
Musa peregrina.