SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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jueves, 14 de junio de 2012

A DORMIR ANGELITO...

Hacía tiempo que no dormía tan bien, a pesar de solo ocupar la mitad de mi cama. La noche de anoche tuve ganas de jugar al amor, tú eras el duende de la olla de oro y yo el hada multicolor retozando en un bosque de caricias que inventamos sin control. Quise recordar a que sabe tu boca y conocer el dialecto de tu lengua sobre mis pudores añejos. Toda la madrugada hubo tormenta, después de tantos meses de sequía en mi piel, con el amargo de los celos por tener que acostumbrarme a que durmieses con otra. Al menos eso era lo que mi imaginación desbordada imaginó desde que dijiste que te engañaba con este y con aquel. Cariño el destino es tan infinito como desconocido, así lo es el misterio de tus pensamientos. Contigo aprendí a no mentalizar lo nuestro eternamente ya que apareces en mi vida cada que te sueño. Las palabras que hoy susurras me mantienen ilusionada por algunos días, después la bruma del olvido se hace presente en mi libido. Soy un animal nocturno, en búsqueda de almas pernoctando en mis instintos más perfectos. Esto sucede cada que una retoma viejos amantes, que son cartuchos quemados, porque el fuego no se apaga con el fuego, si con agua que es vida y termina con la sed que todos llevamos dentro. Ambas se me escurren entre los dedos, siempre que la soledad acaricia mi cuerpo a escondidas. Como hoy que nuevamente me repito a mi misma, que después de largarte sin despedirte y no contestarme el teléfono para mí ya estás muerto…Musa peregrina.