SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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sábado, 16 de junio de 2012

AL FIN LIBRE ...


AL FIN LIBRE

El juez dijo… ¡divorciados! Manuel salió de la oficina después de haber firmado, despidiéndose con un beso de Raquel y dándole un gordo cheque para cubrir sus gastos de los tres primeros meses. Decidió caminar, necesitaba despejar sus pensamientos, los últimos tiempos habían sido terribles, sintió como si le cayeran cincuenta veranos de golpe, dejándolo aturdido aun sin comprender que sería de su vida. Hoy precisamente en su cumpleaños se dio la última firma donde legalmente ya estaban separados.

Como una obra de teatro de inicio a final, recordó que le daba miedo amar. Desde niño guardaba todos sus sentimientos en una caja de metal y egoísta se negaba a compartirlos con los demás. Cada noche de luna llena se dirigía al jardín del caserón que habitaba los últimos años, para enterrarlos y verlos muertos antes que sentirlos liberándolos de su interior.

Esto sucedía en determinado tiempo que duraban sus intentos de vivir en pareja hasta antes de su reciente separación. En la primavera del amor pisaba infinidad de flores a su paso, dejando un sendero de pétalos sangrantes, por ahí caminaban sus zapatos promiscuos y cansados.

Resentimientos estériles que arrancaban las plantas emocionales desde la raíz, luego hacía el hueco más hondo en la profundidad de su alma, y en ese lugar él se enterraba por pedazos. Todo eso que sepultaba era su vida,inseguridades, huesos rotos y fracasos. Abonando la tierra con un llanto tardío e innecesario.
Un otoño sin estrellas, sin brisa ni viento cavó tan hondo que llegó al centro de la tierra,observó una pequeña puerta y decidió entrar sólo para comprobar que el infierno existe.

El demonio respiraba fuego y en su trono de oscuridad vivía peor que él de atormentado con tantos resentimientos en su reino, que no se percató de que un visitante había osado entrar hasta su morada. En la zona más ardiente de los infiernos, quemó el tesoro que tanto protegía,su corazón...

El averno lo consumió todo,solo gritos de egoísmo se escuchaban retorciéndose de dolor entre otras almas negras. Han pasado los años y sobre una banca de cada parque, en la esquina de una calle cualquiera,en ciudades,pueblos y en la arena de la playa se escucha un eco hermoso a la distancia.

Es el aroma del tiempo impregnando la serenidad de los pensamientos, creciendo en el universo, la semilla del amor que hombres de buena voluntad cultivan en su interior… ¿Que sucedió con Manuel?

Algunas noches lanza gemidos de placer en un motel de paso de los más baratos. La muerte lo corteja, los condones le molestan y su última amante dice gozar como loca entre sus brazos…¡ Dame más mi amor, quiero más!

Musa Peregrina.
Desde la perla del pacífico Acapulco,México.