En el aire navegan tus latidos y
sobre la hoja en blanco de tu alma
crecen sueños y anhelos fugitivos.
Los versos brotan del barro
que tus letras ansían
desde noches atrás,
son siglos y siglos en que tu
pluma sueña, con tan solo
54 latidos nuestro amor eternizar.
Líneas,melancolías
preteritos y sentimientos
sin final.
Pausados latidos posee tu corazón
y en cada uno de ellos regresa
a ese su único amor,
el que le espera
en la ciudad prometida,
en el puerto donde vive tu utopía
y cruza los puentes, llegando feliz
a calles en otra vida conocidas.
Tu imaginario poético deambula
entre nidos de pájaros,
atardeceres marinos y rincones
que esconden instantes sagrados.
La permanencia de la ternura en tus palabras
disemina el néctar que alberga tu pecho,
y emigra hasta el cielo de mis pensamientos,
a las faldas de mis cerros,
allá donde duerme
la ceniza del viento.
Acaso el recuerdo
le besa las sienes a mi espíritu,
frente al mar que habita
en mis entrañas de musa,
es ahí que escucho en la brisa
el eco de tu ardiente poesía,
con una emoción
que me conmueve.
A pesar de las espinas,
beso tus lágrimas a distancia,
porque sé que son alimentadas
de vida, sal y rimas.
.
Musa Peregrina