como quiere el silencio
la hoja blanca que nace vacía,
te quiero con cada una de mis heridas
clamando una oportunidad
para vivir en tu corazón de luna tibia,
que me enamora entre luces por la madrugada,
abriendo y cerrando los ojos
como lo hacen las semillas
en el surco de la tierra que yace dormida.
Te quiero vida mía...
desde un remoto lugar,un lugar virgen
que reservé en el ayer para ti
en la profundidad de mi alma fugitiva.
Te quiero vida mía...
Y lloro de alegría, de locura compartida,
con luz innominada que llegó de súbito
para encender el balcón de mi última esperanza
que a cada instante sentía perdida.
Te quiero vida mía...
con el deseo perenne de que el dolor no te toque
que nada te distraiga y llegue la noche,
para amarnos de esta forma que recién inventamos,
con la ternura que titilan nuestras almas
amorosas,con canas plateadas,
entre metáforas y dulce ambrosía
Te quiero vida mía...
sin temor a nada,con mi sonrisa brillante
atravesando muros y sensaciones
que nos mantienen alerta,para besarnos
aunque sea por un rato a la distancia
imaginando nuestros aromas
impregnándose de caricias
nuestras almohadas calladas.
Te quiero vida mía...
Y me entrego feliz a ti,
que aun con los minutos contados
logras que me sienta una chiquilla,
jugando con el fresco de la tarde,
saliendo del colegio de la vida,
esperando por mi en nuestra esquina favorita
disfrutando juntos un helado de vainilla.
Por las noches conduzco entre vientos y huracanes,
con pensamientos dulces como frutos
que caen del árbol de la poesía,
con una parvada de versos sin rima,con ideas
como mariposas revoloteando en primavera,
coloreando con mis latidos tu sol
de mediodía...
Te amo y te agradezco me hayas respondido
aquel comentario,algo que te dejé,
no recuerdo bien que fue,tal vez una tontería...
Musa Peregrina.
