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martes, 1 de septiembre de 2015
SUEÑO EFÍMERO
En mis largas caminatas rumbo al Río Papagayo, fue que un día a principios de enero te encontré. Te mirabas radiante y aun faltando para la primavera,fue sorprendente saber que un lirio como tú luciera majestuoso su blancura señorial. La soledad atizaba el viento,acechando a la espera de que en cualquier instante, mi mano cortara tu tallo esbelto.
Decidí llevarte conmigo y guardarte en una bella página de mi libro favorito. Serías un original separador que me acompañase, en esas tardes de lecturas infinitas. En las que me pierdo y soy la princesa de un cuento inexistente, arropada de personajes fantásticos y surrealistas romances.
La ternura que sentí fue inmensa,acariciaba tus pétalos efímeros, sin siquiera imaginar que estaban próximos a marchitarse, pensaba ingenua que nada me podría separar de ti. Creí que estaríamos juntos y seríamos cómplices perfectos, y que en cada línea el destino travieso nos leería relatos míticos en nuestra unión.Pero no fue así ... las hormigas te llevaron con ellas, aconsejando que me abandonaras y volvieses a la tierra árida, con sus días grises y la tormenta a cuestas, con el silencio y las rocas vigilando tus internos... muriendo lejos de mis páginas.
¿Sangras acaso, aun respirando en distintos escenarios?
Los campos este otoño me confirman, que el ocre en mi corazón, ya acunó tu cuerpo....
Musa Peregrina.