¡Cómo olvidarme de ti!
(Musa Peregrina)
No lo haré jamás,a pesar que cada mañana el humo de tu cigarrillo me anuncia que un día te irás. Amanece y tras la luz que se cuela por mi ventana, tu sonrisa de niño me saluda y me narra que juega tras bambalinas, con la pijama puesta todo el fin de semana.
Múltiples instantes entrometidos, engrosan poco a poco nuestros recuerdos aun vírgenes,sembrados en los campos de la memoria universal,como rosas frescas que el ayer nos debía. Marchitas yacen en el jarrón del tiempo las raíces de viejos recuerdos,en la hoja de nuestro libro favorito habitan puñados de arena dorada y con la suavidad de sus alas, una parvada de gaviotas impregna ecos de nuestra vida pasada.
Ambos habitamos pueblos extraños y misteriosas utopías nos aquejan,vagamos a diario compartiendo el café con leche en polvo,el sándwich frío,el ají y las tortillas quemadas. Me encanta cuando tocas tu corazón y me dices que es solo mío,no sé, al parecer si estoy loca como dices,ya lo empiezo a creer...es que cada día que pasa confirmo que aun respiro,que este sentimiento no viene del mar ni del cielo,viene de algún lugar,tal vez de aquella galaxia lejana donde nacen los amores eternos y brotan las sonrisas de las estrellas taciturnas,calladas...
Hay algo mágico en ti que me encanta,logras que abra los ojos antes de que suene mi despertador. Tu presencia me conduce a equilibrar hemisferios, y sueño con ser yo lo primero que conquiste tu mirada...
Afortunadamente hablamos el mismo idioma,tenemos similares cicatrices,
nos gustan las narrativas complejas,desesperadas. Somos tan parecidos que hasta bebemos el agua directamente de la jarra. Aunque ahora que lo pienso bien en algo somos distintos... tú eres fuego y yo soy agua... eres leño ardiente que me enciende cerca y a distancia, yo soy agua que te empapa de besos la piel del alma,que transmuta y limpia tu corazón en la paz y la borrasca.
Musa Peregrina.