Se marcharon cuando te negaste a escucharme,
permitiste que la rabia y la soberbia edificaran
en ti una casita de fracasos.
Si,en ese lugar donde vives feliz arropado de
resentimientos,celos e inseguridades,
un muro mental que no está en mí derrumbar.
Ni en mujer alguna que pise la faz de la tierra,
esa mártir que esperas algún día encontrar,
y en el fondo sabes que no existe
porque no haz aprendido ni ha amar...
Quise enseñarte y que conocieras lo que es amar con libertad
pero mutilaron tus alas desde muchos años atrás,
dolorido te niegas a levantar la mirada al cielo
y solo encuentras el gris que se refleja en tu pesar.
Lloroso ves pasar la vida, el aroma de mi piel
que saboreaste y emocionado decías que te sabía a mar,
escrito estaba en la arena que esto debía de acabar.
Te busqué en el desconcierto de mi ser
y la luna lloró amargamente sintiendo suya mi pena,
decidí cerrar los ojos al amor para siempre,
continuar el camino que desvié por ti.
Hoy pernocto entre figuras fantasmales que acompañan
mi espíritu por las tardes, ellas escalan junto a mí
la montaña sagrada que subí a tu lado
cansada y sedienta,mientras tú observabas con amor,
me llevabas a rastras la noche que me vestí de blanco
y juraste no dejarme volar...
En la playa de mi puerto se han muerto tus huellas,
el coro sinfónico que entonan las gaviotas hoy es triste
¿Cómo se borran los caminos?
¿Cómo es que el tiempo no siente tanto dolor?
Tu velero se marchó, los sueños encallaron
sin barca ni pescador...
¿Donde habitan hoy nuestros sueños?
Tal vez duermen en el cementerio de la pasión,
donde eres jardinero que cultiva y ofrece rosas
teñidas de lágrimas y dolor...
Musa Peregrina
Desde la perla del Pacífico Acapulco,México.
