Llévame a la luna y regálame una estrella para prenderla en mis cabellos, invítame un helado de nubes sabor fresa y se mi guía. ¿Quieres ser mi ángel? Prometo no arrancarte ni una pluma, ni lastimar tu alas que tanto me gustan, sabes que admiro tu vuelo que se refleja en el brillo de mi mar.
Hoy se que nuestras almas se conocen de antes y se han reencontrado, se saludan, se besan y acarician frotando su luz para crear una estrella que habite feliz, en el cielo que hoy miramos más azul. Por los siglos de los siglos acepto y deseo que me acompañes rumbo a un valle de sentimientos maravillosos.
Y al llegar pernoctemos en el verde del amor, acurrucados sin temor a la vida.
Invítame a tu casita de sábanas blancas donde te desvelas por mi culpa, en ese rinconcito que la playa del amor nos cobija. Y ahuyenta esta soledad que consume mi piel, como un reloj de arena se escurre en el tiempo.
Tu corazón es mi guarida, ahí encuentro ese abrigo que el invierno reclama en la distancia territorial de tu vida a la mía. Suelo vagar en tu mirada y sentarme a observar el café de tus pupilas, que se alegran con el eco de mi cariño que en mi pecho juega a las escondidas. Acariciamos el amor como si fuéramos dos críos, nadando felices en un río de esperanza y al final sonreímos, sin preguntas ni respuestas solo disfrutando esta emoción que hoy sentimos y rompe fronteras.
El silencio de tu cuerpo me narra el misterio de tus besos y sabe que en cada uno de ellos viven escritos entre versos nuestros sueños.
Mi alma late inquieta,asoma sigilosa por mis ojos color de caramelo y en un laberinto de emociones se pierden hasta llegar el amanecer,siendo este un bello sueño...
Siempre imagino tu jornada donde vas y vienes realizando tu misión.
Tu voz me encanta, eres mi dulce poeta, furioso y peleón. Te quiero mi adorable ruiseñor…
No te marchaste y la semilla nació, sembraste y floreció...
¡Anda mi amor llévame a la luna, ahí vive la sonrisa de Dios!
Musa Peregrina
Desde la perla del Pacífico Acapulco,México.
