SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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jueves, 14 de junio de 2012

TADEO

Hoy les hablaré de Tadeo, un pequeño guerrero que antes vivía del otro lado del sol. Un buen día en que Dios caminaba, por el paseo del huerto de oro tuvo una idea. Pensó en enviar un gran emisario a la tierra y que este fuese un ejemplo para los hombres, que enfrentaban batallas de odios y de soledad interna. Quiso armarlo de brisa de mar, de polvo de estrellas y néctar de miel en un despertar, para que con su venida sembrara en sus corazones, el árbol del amor y la paz... 

Esa mañana Tadeo jugueteaba persiguiendo dos nubes traviesas, que corrían veloces a esconderse tras la alborada de azúcar y sal; que reflejaba gratamente su sonrisa, color de luna en madrugada al despertar. Más de pronto la gran luz emitió su brillo llamándole a su templo celestial, el pequeño guerrero curioso se encaminó hacía el sendero donde vivía Dios, obediente y feliz. 

No imaginaba que habría de ser llamado a compartir, con otros seres distintos a él, una pléyade de instantes en el universo con un bello fin. Se decía que era un honor combatir por amor a su creador. Ahora le había tocado su turno, y para eso se preparó por mucho tiempo. 
Cada día perfeccionaba sus habilidades tales como: regalar sonrisas, abrazar a quién uno ama, compartir el alimento, pintar caritas felices, y sobre todo sembrar rosas a pesar de ser invierno, en el espacio que le tocó habitar. La gran luz le dijo lo siguiente: 

Tadeo mi pequeño Tadeo, hoy te irás de casa y me siento orgulloso de que viajes a un lugar muy lejano y seas chispa de vida, en ese hogar donde te recibirán con los brazos abiertos. Mira hijo mío, ahí no podrás usar tus alas, tendrás piecitos y te pondrán zapatos, pero no caminarás...

Observarás con el correr de los días y los años la vida de otros, sus cielos y alegrías pero la tuya quieta estará. Pasarás mucho tiempo sentado en una silla y desde ahí por tu ventana verás a otros chicos andar, jugar con algo que llaman pelota, correr y sentir que son grandes y volar. 

Tú lo has hecho por mucho tiempo, así que el que ha de venir tus alas solo dormirán. 
Quiero que seas fuerte, valiente, sereno y audaz, porque lejos de esta tu casa, el día de mañana despertarás. 
En esos caminos llamados calles irás con tu silla de ruedas, y encontrarás a muchos niños que serán crueles, se burlaran de tu vida, te harán muecas, querrán contagiarte su apatía y soledad. Solo observarás, porque tampoco podrás hablar, sufrirás retraso mental. Tu corazón iluminará cualquier rincón donde predominen las sombras, y la verdad de la vida será tu guía y libertad. 

Los seres queridos en ese otro mundo donde ahora vivirás, lloraran y estarán tristes muchas veces, de verte ahí sentado y otras inerte pensarán que te irás... Tú serás ese faro que los guié y ellos conozcan su misión, su enorme capacidad de amar. 

Algunas temporadas estarás en una cama con tubos, y médicos a tu alrededor intentando tu vida salvar. En esos días grises, que sientas que la vida y este viaje se termina, recuerda que tienes ahí una familia que te ama, y tú eres por siempre el sol que los une, ese que los despierta con ansias infinitas de servir y dar todo por amor, a ti su niño especial….

¡Anda Tadeo ve a perseguir esa nube hoy, que mañana la Tierra te espera a respirar¡ 

Y dejarás huellas de luz dorada escritas con tus manitas en la arena, y besadas por el mar…. 

Oralia Lombera Reyes 
"Musa peregrina"
Desde la perla del pacifico Acapulco, México.