SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

.

martes, 3 de noviembre de 2015

MALA



Las sombras se extasían con la malicia de tu pluma descarnada. Un coro de quejidos placenteros exclama tu pubis, albergando hormonas disecadas. Eres mujer a medias, en el rojo atardecer de la costilla robada. Esculpes desencanto al hombre, que se jacta de conocer el vacío de tus cavidades. Ávida lames en silencio, el celo que gotea de una entrepierna oscura, anhelante de poseer tu gemelo perturbado. Yacen tus capullos mesiánicos en pleno azote amoroso, conduce tu malicia a la gruta de hilarante fogosidad y al mismo tiempo, jineteas pensamientos en carnívoro festín. Refriegas en la pared de los años cada idea, como perro callejero cruzas la calle en penumbras con la ilusión de un hueso olvidado. Deleitas en cuestionar inquietante, la lista de nombres que me robaste. El odio se hace verbo entre tus líneas, me observas, me vigilas, acechando el momento de lanzar el veneno y liquido seminal, que te bebes de hombría inquieta, vaciando erecciones permisivas que con maldad ancestral disfrutaste.

Musa Peregrina.