En la profundidad de mi delirio nocturno evoco las caras del amor. La soledad me observa atenta y destapa la botella. Me sirve una copa de ayer y juntas nos bebemos la nostalgia de un solo golpe,sin pensarlo doble....¡Pa dentro y chingue su madre el tiempo!
Se me retuercen las tripas,reinvento figuras de ancianos espectros,pego los pedazos del barro que este otoño arrastra el viento. Hago malabares para que no me insemine la lluvia amarga que resbala por mi ventana rota. Soy naufrago que reinventa formas alternas de respirar, y de vez en vez, saqueo el ápice de sonrisa que subsiste en mi interior, para usarlo en un día de fiesta. Los años me han mostrado que volar en solitario sin aferrarse a otra ala, es la mejor experiencia que las aves fugitivas poseemos. Luciendo nuestro plumaje y vagando entre nubes abstractas.
La limpidez de sentimientos que brotan como espigas de trigo, alimentan mi existir y me seducen. Sin pretender más que nutrir mis días, enseñándome en cada latido a vivir. Afuera, el pasado gira alrededor de la miseria que mi cambio de pieles otorga,cada tiempo en que la luna desova en mi puerto. Las espinas que yacían clavadas en mis huellas impares, no son más,atrás ya vagan actitudes, esclavizadas caricias que arraigan los cuerpos, hambrientos de emanar fluidos inciertos, sin discernir entre la maraña de raíces que preceden al encuentro.
Madrugadas que son colmillos que se entierran en mi corazón de papel. Las ilusiones son grandes manchas en las pupilas del alma, como granos de arena que viajan en el morral sin permiso. Después de una tarde soleada, que se resigna a despedir un arsenal de gaviotas, dispuestas siempre a atacar mis esperanzas por todo lo largo de la costa.
Las promesas son taciturnas sobrevivientes en el vagón del tren de "nunca jamás", cual melodías ancestrales que los encantadores de serpientes, emiten entre susurros y temores desnudos. Revivir flores marchitas ya no es negocio para mí. Lo que no deja dejarlo y a otra cosa. Embalsamarme del solo por hoy es una mejor opción, despellejar mis ganas de enfrentar todo lo que se presente, anudarme el cordón de los zapatos con silencios fuertes,liberar las voces, fecundar sueños y pesadillas arcaicas.
Hoy quiero crepitar en fila cerca de viejos demonios y aceptar mi especie, sin pánico a perderme en las fauces del infierno. Irrumpir en la habitación que alberga culpas y mandar todo al carajo. Abrir espacio y colocar anaqueles nuevos con mis libros favoritos. Entonar la música de mis versos y darle un ritmo libertario, secar la fuente de las lágrimas y tirar la última moneda. Abrir mi mente como arado a la tierra aun fértil,soñando con la semilla palpitante que lo anhela desde encarnaciones pasadas. Quiero ser un ángel de aquellos inmolados en misión,quiero tener sed en mi espíritu y rendirme aun después de forcejear ferozmente, en una galaxia en peligro de extinción,quiero renacer y nuevamente ser yo, manzana o serpiente, oscura neblina,escribana de epitafios por doquier,mujer prematura,polvo al viento teñido de insensatez...
Musa Peregrina.