SAPO DE OTRO POZO
Me enamora el silencio porque no me juzga,
es el único que devora mi voz mundana,
el cómplice fiel que permite
que el dialecto de mi alma fluya,
y mi espíritu de fiera herida
lance un bramido tan fuerte,
que logre escucharse en la frontera
norte,donde cruzan sin documentos
mis ideas extrañas...
La soledad no la conozco
no se,quizá algún día con los años
se presente e intercambiemos anécdotas,
le contaré que soy mujer de alas grandes,
de apegos minúsculos,
de risa fácil.
Soy la que observa y enmudece
si te quedas a mi lado,
la que planea un golpe fuerte
que darle a la vida,si esta me niega
una caricia que me atrae y merezco.
Reconozco que soy sapo de otro pozo,
tengo un perfecto corazón albino,
soy línea borrosa en un texto hebreo,
soy aquel espíritu de colibrí pintado de negro,
y tengo la edad de las piedras,
la furia de una perra callejera.
No acostumbro sobar mi propio lomo,
más bien me exijo mucho,
me despojo de todo lo pasado,
son pocas veces las que he muerto
y vivo para escribirlo,
aunque nada me quede,
a pesar del dolor en la maleta
me armo de valor,e inyecto la dosis
exacta que logre mantenerme de pie,
para esperar de frente el día
que en sueño toque mi puerta,
entre y me diga:
" resiste niña no te quiebres,tu barro es fuerte"
es el único que devora mi voz mundana,
el cómplice fiel que permite
que el dialecto de mi alma fluya,
y mi espíritu de fiera herida
lance un bramido tan fuerte,
que logre escucharse en la frontera
norte,donde cruzan sin documentos
mis ideas extrañas...
La soledad no la conozco
no se,quizá algún día con los años
se presente e intercambiemos anécdotas,
le contaré que soy mujer de alas grandes,
de apegos minúsculos,
de risa fácil.
Soy la que observa y enmudece
si te quedas a mi lado,
la que planea un golpe fuerte
que darle a la vida,si esta me niega
una caricia que me atrae y merezco.
Reconozco que soy sapo de otro pozo,
tengo un perfecto corazón albino,
soy línea borrosa en un texto hebreo,
soy aquel espíritu de colibrí pintado de negro,
y tengo la edad de las piedras,
la furia de una perra callejera.
No acostumbro sobar mi propio lomo,
más bien me exijo mucho,
me despojo de todo lo pasado,
son pocas veces las que he muerto
y vivo para escribirlo,
aunque nada me quede,
a pesar del dolor en la maleta
me armo de valor,e inyecto la dosis
exacta que logre mantenerme de pie,
para esperar de frente el día
que en sueño toque mi puerta,
entre y me diga:
" resiste niña no te quiebres,tu barro es fuerte"
Musa Peregrina
Desde las sombras que pernoctan
esta madrugada en mi alma.
Desde las sombras que pernoctan
esta madrugada en mi alma.