SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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viernes, 31 de julio de 2015

HUECOS EN EL CORAZÓN

El tiempo en el último segundo decide cerrar las piernas y analiza con la cabeza fría entregar su virginidad al mejor postor. Se muerde los labios e intenta besar suavemente las heridas,que nacen como flor solitaria en las faldas de un majestuoso volcán,entre tormentas y miedos. Temblando de frío en cada despertar se sabe inexperto aun siendo un viejo… ya avanza,errante,en silencio.
Lunas atrás el crepúsculo cultivó con ternura la raíz de un bello sentimiento, que nació poderoso e imperfecto,mientras la ilusión se mecía cual espiga al viento,perpetuando en un verso cada palabra,cada detalle perfecto.
Un colectivo de latidos corren en la pradera de las emociones inesperadas,son como caballos salvajes que gozan el galopar de la libertad prometida.
Es lava ardiendo,necesaria transfusión que mis ya enmohecidas arterias clamaban,es fuego de amor. Es una historia de museo,escrita desde encarnaciones pasadas, en medio de una maraña de siglos y siglos, prevalece su esencia y el hechizo de tu mirada al descubrir el brillo en la mía,entregándose sin pedir nada…
Una pequeña luz permanece intacta en espera de tu soplido,se yergue poderosa sobre las sombras,la existencia arrasa con todo lo previsto,clama a la nube saciarse de sus aguas,incita a pecar con la bendición del mar.
Dicen los árboles ancianos,que los espíritus nativos del poblado del amor,cierran los ojos antes de fundirse con la luz y se liberan de cadenas ancladas al pasado,cuentan que azotan sin piedad cada partícula de dolor que se anidó en la cueva de los sueños muertos.
Y después se elevan despojándose de su piel de azúcar,cortando a su paso racimos de estrellas,elevándose en un trance profundo caminando en fila,dispuestos a enfrentar su misión.
El amor ha sido la llave que Dios inventó para abrir cerraduras herméticas en las que egoísta el corazón, atesora la última oportunidad de ofrendar al mundo lo mejor de cada uno de nosotros.
¿Qué si te quiero?
Si te quiero mucho…
¿Qué si me duele sentirte en mí?
No,el amor es el paliativo idóneo que mi alma requiere
para suministrarse un placer inmenso.
Bien,solo tomaba impulso,para escribirte lo prometido,como suele suceder me voy de vicio redactando mis sentires, ya sabes, ese tipo de locura que arremete mi ADN literario, y el cual me motiva a continuar el sendero de la prosa insurrecta…
Musa Peregrina
Desde un rincón en mi ventana
que da a la calle de los sueños fugitivos.