SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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viernes, 15 de mayo de 2015

TIERRA MOJADA

TIERRA MOJADA
Aquella vieja historia aun me persigue,
me veo caminando en un pueblo de madera,
con el corazón desierto de recuerdos,
la mirada joven y mi cuerpo virgen,
aun vacío de quimeras,
libre como un colibrí.
Bebiendo un café a mitad de la plaza,
observando niños corretear palomas,
embelesada,admirando su tierna infancia,
anhelando minutos y horas para volver
al rancho.
La vida nos acompañaba
mirando desde su mecedora,
refugiada bajo el árbol de zopilote,
huyendo de un sol enfurecido
por ver que la tarde callaba.
Un vestido de manta cubría mi piel blanca,
el aroma de las tortillas de maíz morado,
la carne asada, la salsa de chicatanas,
el agua de limón que mitigaba
la sed de mi alma.
Sueño y avispero, nostalgias que atacan,
con la puerta de la cabaña abierta,
entre gritos que se filtran por las tejas.
Asomados yacen destellos de ayer,
como lampara y luciérnaga,
como luna nueva que habita
la aldea de mis pensamientos.
Nos besamos entre sueños y jugamos,
felices tus dedos bailaban por mi piel,
rescatando gemidos perfectos,
zurciendo mi cuerpo beso a beso.
Por las noches te convertías en gato
y mordías mi cuello,no de hoy,ni de ayer.
Esto viene de otras vidas,
desde que tropezamos y el culpable
fue el destino que pisó sin ver.
Mágico tiempo que se fue,
viéndote dormir abrazado a mi vientre,
narrándole de tu amor a mi ombligo,
trenzando mis cabellos con hilos de colores,
sin saber que a futuro sembraríamos
flores silvestres, en la tierra del olvido.
Musa Peregrina.