Cuando la tierra era una niña narra la leyenda que los ríos y las aves platicaban y que las frutas decidían si eran o no comidas por el tiempo. Así como ellas me gustaría tener la voluntad férrea,para por fin dejarte ir y colgarle sin temor un candado a mi cuerpo,así ya no devorarías ni un día más mi corazón de papel...
Invades mi pensamiento, y la sensibilidad que me atormenta el alma desde ya hace varios años es obligada por el destino a encadenarse a una nube azul, aunque me rebelo ferozmente no logro con las míseras fuerzas que poseo arrepentirme de amarte como te estoy amando...
Siempre supe que en un futuro serías un extranjero, a pesar que te empeñabas en hacerme creer que jamás te marcharías de mi lado. Desde que te vi por primera vez identifique en ti un pajarillo de blancas alas,indispuesto a volar conmigo por sentirse humano.
Una claridad que se cuela por el resquicio de tu ser,me indica que nada pierdo con intentar darle forma a lo nuestro,a pesar que tú no apoyas. Tal vez algún día voluntariamente me acompañes y rememos juntos la barca del amor y esta nos lleve no se a que lugar,pero seguramente será lejos del pasado.
Me duele el esqueleto del alma si me carcomen las dudas no te lo niego,es un dolor infernal de esos que te llevan a la tumba cuando el reloj marca las seis.Tu ausencia hiere desde lejos y de mis ojos ruedan siglos de imágenes en donde empaco furiosa cada una de tus bellas frases.
Me asomo por última vez a la ventana y las ramas del árbol más alto que crece en el patio de los años exigen ser cortadas,así como mis alas de mariposa que no me sirven de nada. Sobrevive un te quiero y con ese me basta,me aferro como náufrago a balsa esperando que me devuelvas cada fragmento de amor, que te entregué y no merecías.
Hoy quise venir a visitarte a mi viejo álbum de fotografías,allí yacen tus huesos y mil recuerdos...
¡Diablos será mejor cerrarlo,me afecta sobremanera ver la foto donde sonrío feliz, abrazando aquel oso de peluche barato...!
Musa Peregrina
Desde la perla del pacifico
Acapulco,México.
