SEÑALES DE HUMO PARA UN ESPÍRITU ALBINO

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lunes, 22 de diciembre de 2014

NAVIDADES MUERTAS

NAVIDADES MUERTAS
Recuerdo que esa vez llegaste y mi alma descansaba feliz en un campo misterioso entre azul y verde, a lo lejos un remanso de agua era melodía que bañaba mis sentidos de fantasías alocadas. Tus pensamientos y los míos se adueñaron de la paz absoluta que se vivía en aquel lugar y nuestros espíritus se descalzaron ya que no lo conocían del todo.
Miré el cielo y de mis ojos nacieron estrellas multicolores,como bienvenida a un sentimiento inolvidable que se presentaba sin tocar la puerta de mi casa.
Eran miles de luces que lograban que mis latidos saltaran tropezando entre si, muchos,miles tal vez como nunca antes mi corazón los sintió,declarándose ante el amor totalmente esclavo.
El infinito se miraba tan cerquita,así como las gaviotas que pasean por sinfonía del mar, en una tarde de caracolas y caricias entre enamorados obsesos que se besan y se besan arrancándose los labios. Mis iris bailaban desvistiéndose de cordura que estaba de más, ante su majestad la pasión contenida y tu aroma muy parecido al viento que arropa las flores con abrigo tejido de hilos sin tiempo.
Mis células se embriagaron de deseo y se dejaron llevar a la fiesta de la piel,allá de vez en vez buscaba tus ojos como refugio que me guiara a la profundidad del mar. Sentí que flotaba y recordé mi etapa embrionaria cuando recién encarnaba, viajando de norte a sur,con la maleta vacía,soñando con respirar en un cuerpo de mujer enamorada.
No pretendo parir letras tristes esta vez,solo que te quise tener por un instante y me perdí al recordar nuestra primera vez. Planee viajar como mi propio verdugo entre mundos de oropel,con metáforas como cactus que se entierran en mi ser. Feliz navidad tú,donde sea que hoy estés. No se si aun vives o finalmente descansas entre mis amores célebres, quizá te quedaste esperando aquel tren que no llegó, el cual imaginaste que te llevaría a un lugar mejor del que yo te ofrecí. Ya ves,estás aquí a pesar de tener mi cabeza al revés, aletargada por el sonido del ayer, en temblorosa poesía que se desangra de mi yugular poética sin un por qué...
Musa Peregrina