Sé que me conoces más allá de la aurora
mientras deshojas sueños en el pueblo de la nada,
que amas con el puño cerrado y con alas ansiosas
me sabes frágil desvestida de fuerza
sin objeción alguna para arroparme de lágrimas,
en las noches aquellas que mi luna se tiñe las canas.
Aprendiste a luchar contra el destino que se finge muerto
como lo hacen mis arcanos musitando entre versos
te amo amor,te amo...
Nunca he sido fuerte, eso se aprende en el camino
algún tiempo atrás en una tarde de verano
escuché que hay amores que llegan y se quedan
en el alma acurrucados.
Que la mirada es sabia y abre su balcón confiada
si el espíritu decide llegar a la fiesta y sentarse
en la barra, cantando con el corazón herido
como lo hacía José Alfredo que nos pagó
la cuenta con inolvidables canciones
brindando por estos y por aquellos,
por los amores más cabrones,
viendo volar la paloma negra
montados en el jinete que guarda en sus alforjas
viejas pasiones...
El juego de la vida es temerario te incita,
te anima y te tira,te reta a seguir jugando,
moviendo fichas de piedra y polvo,
con piezas hechas de nuestros propios pedazos,
los instintos son la tierra perfecta en que germinan
los pecados, entre el mar y una estrella los sensibles
nos enamoramos...
Yo amo con mis garras,con una venda en los ojos
con la pastilla del perdón entre los dientes
obligando a mi libido a tragarla,
con la mirada perdida entre gemidos incautos
secuestrados por sábanas blancas,
cohabitando con demonios que escuchan
atentos en la primavera cuentos de hadas.
Nunca me ha importado la caducidad de un sentimiento
si mantengo el vaso en la mano y tu sigues sirviendo
ternura,cariño,pasión,perdonando mis arranques de loca
que escribe tonterías en el libro del tiempo odiando
las mariposas.
¿Y por qué no te fuiste como lo hacen todos?
Tal vez porque te presentas sin etiquetas
sin averiguar y te entregas todo
o quizá es que vives en mis brazos tan cómodo
tendría que envejecer el sol, para que te alejes de mí
y yo tenga que aprender a amarte
sin freno,sin pausas sin ahogar ese grito
que sacude las entrañas cuando te llora mi cama,
amarte así,a tu modo sin aguantarse las ganas...
Musa Peregrina
Desde la perla del pacífico Acapulco, México.
