Si la nostalgia que traen los años, tiñera de plata nuestros recuerdos más preciados, yo cerraría los ojos y te vería ahí, parado mirando la inmensidad del tiempo... Todo vestido del azul del mar, como aquella tarde en que nos amamos sin descanso.
Juntos navegamos ríos de orgasmos, sudamos cada una de nuestras fantasías, es tan fácil sentirse sirena entre tus brazos y a la vez un ave cautiva... El recuerdo de tu aroma de hombre me transporta por un instante hacía nuestro hotel, ese que guarda tantos secretos que escribimos en sábanas blancas y la puesta de Sol en nuestra piel...
Lentamente mi mano buscaba con ansiedad el caracol que guardaba un sonido maravilloso que emite tu cuerpo, recostado mirabas las estrellas, fue ahí cuando juntos decidimos contarle a una de ellas, lo que es la felicidad... Y en este mundo virtual logramos alcanzar cruzando el Mar de nuestros deseos enamorados de la libertad. Así te quiero yo mi amor, desde aquí hasta donde vive esa Luna que por tu ventana siempre sales a mirar...
Y cuando el frío del invierno de la vida llegue y reclame un tiempo sembrado en el universo, con aquellos besos que nos dimos y las caricias que juntos inventamos. Es ahí que tu alma y mi alma se harán una. Encadenándose eternamente al blanco de las canas y vagaremos a través de los sueños que me compartiste junto a un puñado de sentimientos, emociones que corren tras de un destino incierto. En que somos uno solo, tu allá y yo acá, así es como aprendimos a amar, así es como el amor vino a nuestro corazón habitar... Te amo te espero en el messenger… musa peregrina.
