Los gritos del pasado se refugian en aquellas paredes maquilladas de silencios e indiferencia por los años... ¿Existe la libertad mientras respiramos? La Plaza de las Tres Culturas cerró los ojos ante las heridas. Ni el tiempo logró amordazar el grito de dignidad. Las calles aún guardan un silencio respetuoso. Detenciones masivas, arbitrarias, brutales. Llovió dolor. Injusto claustro avasalló la palabra. Allí nació el genocida. El destino detuvo sus pasos, se queja en un sollozo, clama la paz. Así ahogaron la carne en su propia sangre. Represión feroz, inaudita. ¿Acaso es la muerte el cause que conduce a la verdadera liberación del espíritu? ¿Golpear el ideal del huelguista te hace grande? Violar los derechos humanos no garantiza la pacificación de los pueblos. Callarlos a disparos los amotina.
¡Sublevación, ante el poder de todo aquel que asesine el humanismo, el reclamo justo!
El día 02 de Octubre de 1968, murió la fe al primer balazo. El gobierno mexicano fue responsable de suscitar la matanza. Apresó la juventud. Los sueños rompieron filas. Amaneceres lamentables, cotidianos. México, país de bandera tricolor, con las manos eternamente pintadas de rojo...
Musa Peregrina
