Me sorprendieron tus palabras de gritarle al mundo que es a mí a quién quieres.
No supe que responderte al decirme que yo te doy lo que nadie más te brinda.
La danza tuya como pájaro que enamora a su hembra y la plegaría del amanecer, humedecieron inesperadamente mis surcos ancestrales, la lujuria triunfó al rondar mi esquina.
¡Esa bendita foto que me enviaste, entró como ladrón por la noche a la alcoba de mi mente!
Y se postró entre mis sábanas transparentes, que oran por tu piel y se sumergen en el mapa de tus pensamientos matutinos.
¡Esa bendita foto que me enviaste, entró como ladrón por la noche a la alcoba de mi mente!
Y se postró entre mis sábanas transparentes, que oran por tu piel y se sumergen en el mapa de tus pensamientos matutinos.
Dentro de mi una batalla campal transpira entre mis sentimientos cristalinos y los nuevos que han ido tomando fuerza al paso del dolor ,que aquellos ojos que me miraban con amor sembraron en mi alma.
Aflora mi pluma y esquiva se remonta en intermitente metáfora enclaustrada
que atesora maravillosos recuerdos.
Aflora mi pluma y esquiva se remonta en intermitente metáfora enclaustrada
que atesora maravillosos recuerdos.
Hoy quise compartir en mi poética un poco de elixir, un mucho de ayer que aun no se ha contaminado con resentimientos estériles.
Hoy por hoy mis deseos son un coro cincelado con grietas dolorosas, que agoniza en cada frugal desayuno, con el que me suicido recordando caramelizada fantasía.
Mis capilares se aferran al viento y anhelan el último beso de un amor asesinado.
Océanos mayores, claman una solo oportunidad de caminar juntos a lo largo de la playa,
alguna tarde de verano antes de que ambos cerremos los ojos
y aceptemos que somos barro negro.
y aceptemos que somos barro negro.
Mi alma se convulsiona
y aun no sabe que decisión tomar
y aun no sabe que decisión tomar
si la libertad de volver a sonreír o el claustro de saber que mis heridas aun no cierran
y que desde lunas atrás, en otro tiempo, en otros cielos,
el universo fue quién decidió que las almas viejas,
poseemos un útero marchito que no alberga el amor eterno.
Me enamoran los viajes a lo largo del continente del romance,
me seduce la brisa que me trae señales,
y que desde lunas atrás, en otro tiempo, en otros cielos,
el universo fue quién decidió que las almas viejas,
poseemos un útero marchito que no alberga el amor eterno.
Me enamoran los viajes a lo largo del continente del romance,
me seduce la brisa que me trae señales,
me engolosino de instintos si despierto mi libido
con una caricia que se esconde tras mis pantorrillas.
Mis cabellos... ¡Ah mis cabellos...!
La maraña que forman es el sitio exacto donde vuelan mis sueños,
como parvada de gaviotas,
como parvada de gaviotas,
ellos son hojas de otoño que arrastran ocres prometidos
son un nido de pájaros
hecho con ramas secas y caricias multiplicadas,
son un nido de pájaros
hecho con ramas secas y caricias multiplicadas,
es el repertorio fulminante de gemidos aun vírgenes
que titilan en la estrella de mi sexo.
Musa Peregrina.
que titilan en la estrella de mi sexo.
Musa Peregrina.