Hoy pensaba que prefiero un silencio que no amordace palabras. Porque cuando asomas en mis recuerdos, me brota la ternura y esa suavidad en el alma que no siempre le permito fluir... y todo se sale de control.
Supongo que sabes, que te espero trepada en las ramas de unos de esos árboles bellos, como los que dibujaste a puño y pensamiento, en esa noche que me fascina recordar. Sabes que estoy ahí en ese nuestro bosque pleno de rítmicas sensaciones y como niña al salir de clases, te invitaré un helado y te enseñaré a sonreír. Mientras me pierdo en el avellana de tus pupilas.
Te llevaré a volar y tendrás encima muchas cosquillas, harás piruetas y sentirás el dulce de aquellos años que creíste perdidos y que un día aparecieron de pronto,bajo una montaña de polvo y olvido...
Solo permaneceré donde broten las semillas que tiré, no al viento y si cuando siento que el surco es el adecuado para respirar la magia...
Fuiste la tierra que arropó mi raíz,la que le dio vida y preservo el sueño del germen de alguna vez, cuando la luna y el sol cohabitaron en singular unión, allá por la madrugada mientras un rayo de luz cruzaba el firmamento y escribió con tinta de plata tu nombre y el mio... y desperté de tí,mi inolvidable sueño,mi tormento merecido.
Musa Peregrina
