La vida, algunas veces nos despierta con un sabor amargo en el alma,un rictus de nostalgia,ausencia y dolor de heridas que ni con el tiempo sanan.
Respiremos profundamente,cada latido de nuestro ser es mágico,recordemos el tiempo aquel en que sonreíamos,ese instante atrapado en nuestra memoria y que se eternice en nuestro presente porque este algunas veces nos asfixia...
¡Ánimo esas lágrimas tienen que marcharse!
El destino, es un regalo que debemos disfrutar como niños cada día,no importa que el arcoíris de sorpresas se esconda tras la colina. ¡A esperar lo que venga,de frente sin pausas,sin prisas!
Musa Peregrina
